El sexo anal fuera del tabú

Por: Jessica Arias

El sexo anal es para muchos un tabú, vivimos en una sociedad donde muchos

vemos aún el expresarnos naturalmente como un caso de ser homosexual,

donde claramente es la forma en que dichas parejas llegan al coito la cual

puede ser una experiencia muy excitante y favorecedora para las parejas.

Lejos de los prejuicios el tener relaciones de esta forma es placentera si

se logra hacer bien, el cual ayudará a ganar más experiencia en la intimidad

de las parejas y tener más satisfacción al momento de la penetración.

Cuando hablamos de sexo no solo nos expresamos en la introducción del pene

por el ano, sino que también se pude realizar con estimulación bucal

(anilingus), ayudada con dilatadores, geles lubricantes, aceites fríos y calientes

los cuales ayudan a crear una mejor estimulación, ayudan ha relajar el

sistema nervioso, y a liberar hormonas que disminuyen los dolores de

cabeza, el estrés y la tensión muscular.

Hay que tener claro que el sexo anal no es solo para las parejas

homosexuales, también se practica en personas heterosexuales puesto que el

hombre puede llevar a la mujer a vivir una experiencia totalmente placentera y

sensorial, al realizar una penetración anal, incluso se sabe que en el interior

del recto está el punto G de los hombres, mediante el cual se puede llegar al

orgasmo y culminar con la eyaculación, se han visto casos donde hombres

heterosexuales se dejan introducir objetos sexuales para poder llegar a una

mejor excitación por parte de sus parejas.

A parte de ello es una práctica totalmente atípica y requiere ciertos cuidados;

es una zona en la que se debe tener buena higiene ya que es el lugar de salida

de las heces y puede transmitir infecciones sexuales, para evitarlo se debe

tener en cuenta que tras haber realizado una penetración anal no se debe

realizar sexo vaginal.

En un buen sexo anal es necesario relajar la musculatura de los esfínteres, se

debe tratar con movimientos suaves y sutiles antes de efectuar una penetración

fuerte para que no sea doloroso y se convierta en una mala experiencia.